Erase una vez que Pepito se puso a vender huevos dentro de una iglesia:
¡Huevos, huevos, a 10 pesos cada uno!
Y el padre muy molesto grita:
¡Saquen a ese niño de los huevos!
Y Pepito asustado le dice:
¡Padre, mejor de la orejita!
¡Huevos, huevos, a 10 pesos cada uno!
Y el padre muy molesto grita:
¡Saquen a ese niño de los huevos!
Y Pepito asustado le dice:
¡Padre, mejor de la orejita!
La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.
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